Símbolo de luz, energía y vitalidad. Su base metálica ornamentada le da un aire místico y elegante, recordando los objetos antiguos de poder.
Como canalizador de energía, esta lámpara proyecta una vibración cálida y protectora gracias a sus colores.
- El sol en su diseño representa fuerza vital, claridad mental y protección contra energías negativas.
- Los tonos naranjas y amarillos potencian la creatividad, la confianza y la expansión espiritual.
- Los tonos púrpura están vinculados con la transmutación, la intuición y la conexión con planos superiores.
Encender esta lámpara puede servir como un faro energético, creando un espacio protegido y equilibrado. Se convierte en un canal de luz que no solo ilumina físicamente, sino que también armoniza el entorno y refuerza el campo energético de quien la utilice.