La ruda es una planta sagrada, conocida por su poder de protección y purificación. Combinada con sal, crea un baño ideal para descargar energías negativas, limpiar el aura y renovar el cuerpo y la mente. Sumergirse en este ritual sencillo aporta calma, fortaleza y una sensación de frescura espiritual, ayudándote a soltar lo que pesa y abrir espacio a lo nuevo y positivo.