Una pieza exclusiva que reúne cinco poderosas gemas en perfecta armonía. La malaquita abre caminos de transformación y protección; el cuarzo blanco purifica y amplifica la energía; el rubí enciende la pasión y la vitalidad; la amatista calma la mente y conecta con la espiritualidad; y la labradorita despierta la intuición y protege contra energías negativas. Juntas, forman un talismán único que aporta equilibrio, fuerza interior y magnetismo personal, además de ser una joya de gran belleza y distinción.