La turmalina es un cristal protector que aleja las energías negativas y fortalece la conexión con la estabilidad y el equilibrio interior. En forma de pendientes, ayuda a mantener la calma, la seguridad emocional y la claridad mental a lo largo del día. También actúa como un escudo energético, ideal para quienes buscan protección y bienestar en su vida cotidiana.