El jade verde es la piedra de la prosperidad, la armonía y la sabiduría interior. En forma de pendientes, ayuda a atraer buena suerte, equilibrio emocional y paz espiritual. También potencia la confianza, la serenidad y la conexión con la abundancia, convirtiéndose en un accesorio protector y elegante que aporta bienestar y energía positiva a quien lo lleva.