A simple vista, parece un tablero sereno, custodiado por ángeles de luz… pero tras su calma se oculta algo mucho más profundo. Esta ouija, conocida entre coleccionistas como “Las Alas del Silencio”, es un portal entre el cielo y el abismo, un puente donde las voces más antiguas pueden responder bajo el disfraz de lo divino.
Sus figuras angelicales representan la dualidad eterna: la luz que guía y la sombra que observa. Quienes la han usado aseguran escuchar susurros suaves, casi como oraciones… aunque no siempre humanas. El planchette, con forma de ala, se desliza lentamente sobre las letras como si fuera guiado por manos invisibles, deletreando mensajes que parecen venir de otro plano.
La luz y la oscuridad se entrelazan en este tablero; es un recordatorio de que no toda presencia celestial trae paz, y que incluso los ángeles pueden tener secretos que no desean revelar





