La amatista es conocida por su capacidad de calmar la mente, equilibrar emociones y proteger contra energías negativas. Una drusa de amatista actúa como un poderoso punto de limpieza y armonización, irradiando energía espiritual en el espacio donde se coloca. Ideal para meditación, relajación y creación de ambientes serenos, además de potenciar la intuición y la claridad mental. Es un cristal perfecto para quienes buscan paz interior, protección y conexión espiritual.