La Cruz de Caravaca es un poderoso símbolo de protección, fe y bendición. Tradicionalmente utilizada para alejar energías negativas, maleficios y peligros, también atrae paz, armonía y fuerza espiritual a quien la posee. Colocarla en el hogar, llevarla como amuleto o lucirla como joya proporciona un escudo energético que conecta con la protección divina y fortalece la fe y la confianza en la vida.