La cornalina actúa como un “fuego interno” que despierta la vitalidad dormida. Se dice que limpia la apatía, renueva el entusiasmo y activa el centro energético relacionado con la acción y el movimiento. Favorece el coraje, la creatividad y la determinación para enfrentar retos o iniciar nuevos proyectos.
Espiritualmente, sirve para:
Aumentar la energía física y el impulso interior.
Despertar la motivación, el entusiasmo y la creatividad.
Superar la pereza, el desánimo y la sensación de estancamiento.
Fortalecer la voluntad y la confianza para actuar.




