La turmalina es conocida como una piedra protectora que absorbe y neutraliza energías negativas. En forma de corazón, se convierte en un amuleto de amor, protección y equilibrio emocional. Ayuda a mantener la calma, fortalecer la confianza y purificar el entorno, convirtiéndose en un símbolo de seguridad y bienestar para quien lo posee o lo coloca en su hogar.