El larimar, conocido como la “piedra del Atlántico” o “piedra de los delfines”, es un cristal único que solo se encuentra en el Caribe. Representa la calma del mar y la conexión con lo divino, ayudando a equilibrar emociones, reducir el estrés y atraer paz interior. También potencia la comunicación, la serenidad y la armonía espiritual, siendo un amuleto ideal para quienes buscan claridad y bienestar profundo.