La figura de Buda es un símbolo universal de paz, sabiduría y armonía interior. Representa la calma de la mente, la iluminación espiritual y el desapego de lo material. Tener un Buda en el hogar o en el lugar de trabajo ayuda a atraer serenidad, equilibrio y protección energética, además de fomentar la meditación y la claridad mental. Es un recordatorio de vivir con compasión, gratitud y plenitud en cada momento.