La turmalina negra es conocida en el plano energético como una piedra de protección y purificación. Se dice que actúa como un escudo capaz de absorber, desviar o neutralizar las energías negativas, tanto las que provienen del entorno y de otras personas como las que generamos nosotros mismos —pensamientos densos, estrés, miedos o emociones cargadas.
Descripción enfocada en su función protectora:
La turmalina funciona como un “filtro energético”: capta la negatividad antes de que llegue a tu campo emocional o mental, ayudando a mantener la estabilidad interna. Su energía densa y profunda crea una sensación de arraigo, como si te afirmara a la tierra, permitiendo que lo que no te pertenece se desprenda con facilidad.
Espiritualmente, sirve para:
Proteger tu aura de influencias externas.
Disolver bloqueos emocionales o mentales.
Mantenerte centrado cuando hay caos alrededor.
Favorecer la autoconciencia y la liberación de patrones negativos




