La selenita es una piedra de pureza y conexión espiritual, capaz de limpiar y recargar la energía de otros minerales. En forma de peana, se convierte en la base perfecta para colocar piedras, drusas o joyas, manteniéndolas siempre vibrando en su máxima potencia. Además, aporta calma, armonía y protección al espacio, convirtiéndose en una pieza práctica y llena de energía luminosa.